La digestión comienza en la boca, en cuanto ingerimos un alimento. Nuestro cuerpo es muy inteligente y empieza a prepararse desde cuando pensamos que vamos a comer un alimento, empezando a producir el jugo gástrico para poder digerir ese alimento.
En la primera parte de la digestión, desde la boca, continuando por el esófago y hasta el estómago, se producen muchas molestias, entre ellas el reflujo gastroesofágico.
Para entender qué es, cómo se produce y cómo podríamos prevenirlo, tenemos que ser conscientes de cómo funciona la digestión y de cómo deberíamos hacerla correctamente para no maltratar a nuestro cuerpo.
¿Cómo se produce el reflujo gastroesofágico?
La digestión dura entre 24 y 72 horas, es un proceso largo y hay que tener paciencia.
En primer lugar, cuanto más masticamos (se calcula que unas treinta veces), mejor van a funcionar los otros órganos.
Tenemos que comer conscientes. Muchas veces, debido al estrés, al nerviosismo o a las prisas, no nos damos cuenta ni del sabor que tienen los alimentos. Cuando nos sentimos hinchados, paramos. Pero no debería de ocurrir así. Tenemos que darnos un tiempo.
En cuanto un alimento entra por la boca, hay unas enzimas que se llaman amilasa que ya están en la saliva y que ya están envolviendo el alimento para empezar a destruirlo. Nuestra saliva hace ya un papel muy importante en la digestión.
Después, masticando, el alimento pasa por la faringe hasta llegar al esófago que conecta con el estómago. Cuando el alimento llega del esófago al estómago, tiene que pasar por una válvula que se llama cardias, que separa el esófago del estómago.
Cuando el alimento llega al estómago, el pH existente debería estar en niveles bajos, de entre 1 y 2, lo que significa que cuanto más acido, mejor. Este dato es muy importante porque, cuando ingerimos un alimento, tanto a través del alimento como a través del aire, hay microorganismos que no deberían pasar a nuestro cuerpo, especialmente los patógenos, que nos hacen daño, y que, de esta manera, se quedan eliminados.
No obstante, muchas veces, el pH del estómago no es suficientemente ácido, lo que se llama hipoclorhidria. En esta situación, la válvula, cardias, se levanta y hace que los alimentos que ingerimos no pasen al intestino. Esto hace que nos repita, lo que se conoce como reflujo.
¿Cuáles son los síntomas del reflujo gastroesofágico?
Cuando se sufre reflujo, los síntomas más habituales son ardor o acidez en el estómago, sensación de que te quema la garganta, dolor en el pecho o dificultad al tragar.
Todas estas señales se manifiestan como consecuencia de la falta de ácido en el estómago. Las principales causas están relacionadas con el consumo de azúcar, de grasas que no son buenas, de alcohol o de tabaco. Además, el estrés influye también mucho.
Cuando notamos estos síntomas y vamos al médico, normalmente, se nos receta un protector de estómago. El protector de estómago es un antiácido. Si lo tomas, lo impides a se produzca ácido en el estómago. Entonces, cuando notas esa sensación de que la comida te repite y se sube para el esófago, no te va a quemar, no vas a notar nada.
Pero, en realidad, no estás arreglando el problema, sino que estás poniendo un parche cuando tu cuerpo necesita ácido. No obstante, te vas a sentir mejor porque la comida que sube por el esófago no está ácida.
Muchas veces es un error, ya que el ácido tiene su función de destruir los alimentos y de eliminar los microorganismos dañinos. Por culpa de la hipoclorhidria o la falta de ácido en el estómago, ya no hay una barrera que pare la entrada de patógenos a nuestro cuerpo. De esta manera, estamos más propensos a coger virus, enfermedades contagiosas, incluso existen más probabilidades de producirse un sobrecrecimiento bacteriano.
¿Cómo se cura el reflujo gástrico?
Hay varias maneras para evitar la hipoclorhidria con remedios que tenemos a mano.
Tomar infusiones, por ejemplo de jengibre con limón, hará que se produzca más ácido en nuestro estómago.
Otra medida recomendada es tomar, en ayunas, una cucharada de vinagre de manzana sin filtrar y de madre.
Las frutas también contribuyen a disminuir el reflujo. Las más recomendadas son la piña o la papaya que tienen enzimas digestivas que ayudan a mejorar la digestión.
Uno de los errores más frecuentes que provoca el reflujo es beber agua mientras se come. Si tenemos este problema, lo mejor es beber agua antes o después de una comida, ya que el ácido, en combinación con el agua, se diluye aún más.
¿Que no se debe comer cuando se tiene reflujo?
En primer lugar, deberíamos reducir las bebidas gaseosas, el azúcar y los los edulcorantes, dado que generan todavía más reflujo.
Al mismo tiempo, comer mucho o estar todo el día picando algo no ayuda tampoco porque tenemos a nuestro cuerpo trabajando constantemente e impidiendo que produzca el ácido necesario para una correcta digestión.
Preguntas frecuentes
¿Cuánto tiempo tarda en curar el reflujo?
La sensación de ardor en la garganta, síntoma principal del reflujo, se puede manifestar durante unas horas. En general, los síntomas aumentan después de las comidas, por la noche o después de acostarse.
La sensación de reflujo se mejora con el tiempo disminuyendo la inflamación de nuestro cuerpo, aumentando el ácido del estómago y mejorando la hipoclorhidria. Las personas con este problema tardan mínimo unos tres meses en recuperarse totalmente.
¿Cómo es el dolor de garganta por reflujo?
Seguro que alguna vez has tenido la sensación de que te quema la comida, el típico eructo que nos quema. Esto se debe al reflujo gastresofágico, lo que significa que el alimento entra del estómago al esófago, que no tiene una capa protectora frente a ese ácido, por tanto notamos que nos quema. El embarazo o el sobrepeso agravan los síntomas del reflujo.
¿Qué fruta puedo comer si tengo reflujo?
Si sufres reflujo, hay que intentar producir más ácido en el estómago. Las frutas más recomendadas son las que contienen enzimas digestivas, como, por ejemplo, la piña o la papaya.
Qué infusión es buena para el ardor de estómago?
Las infusiones más recomendadas son las que ayudan a producir más ácido en nuestro estómago, como la infusión de jengibre con limón.