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Comida y ansiedad ¿Cómo controlar la alimentación en momentos de estrés?

Comida y ansiedad ¿Cómo controlar la alimentación en momentos de estrés?

Cualquiera de nosotros ha tenido un mal día en el trabajo o discutido con alguien cercano o ha estado pendiente de que no lloviese un día para ir a la playa. 

Todos nos enfrentamos a situaciones de ansiedad o de estrés en el día a día y la forma de lidiar con ellas casi siempre se resume a una sola reacción: comer. Y, en la mayoría de los casos, sin tener hambre.

Cuando te pasa y te pegas un atracón comiendo algo que no está en tu plan, acabas sintiéndote mal y culpable. Estos sentimientos están afectando mucho más que la opinión negativa que puedan tener de ti otras personas. 

Cómo evitar estas situaciones depende de cada uno y de cómo controla sus sentimientos. Hay que entender que todo tiene una causa que, bien identificada, nos lleva a encontrar la solución.

¿Cómo afecta la ansiedad en la comida?

En primer lugar, tenemos que aprender que, si tenemos ansiedad, siempre habrá subidas y bajadas en nuestra forma de comportarnos. Es inevitable, y comer de forma compulsiva es también parte del proceso. 

No a todo el mundo le ocurre de la misma manera. La ansiedad se manifiesta de formas distintas y en varios momentos del día. Por ejemplo, por las tardes, cuando experimentamos una situación de estrés o, casi siempre, cuando nos relajamos. 

No obstante, lo más importante es identificar la causa que genera esta ansiedad. En general, la ansiedad ha sido ocasionada por un problema psicológico que has tenido durante el día: exceso de trabajo, una discusión con tu pareja, con tu hijo o con un amigo, preocupación por un asunto ajeno a ti. 

Comer algo en concreto, como un helado de chocolate, hace que la ansiedad disminuya, pero el efecto suele durar muy poco y, casi siempre, la tendencia es de ir a más y de forma constante.

¿Cómo calmar las ganas de comer por la ansiedad?

Está demostrado que, cada vez que nos prohibimos un alimento, nos apetece todavía más. ¿Qué hacer entonces para acabar con las ganas de comer por ansiedad?

En primer lugar, hay que cambiar la mentalidad, empezando por no prohibirte nada. Si sabes que no puedes comer ciertos alimentos porque son malos para tu salud, como, por ejemplo, los que contienen azucares añadidos o que no aportan nada saludable, no hay que pensar que, si los comes, es lo peor del mundo. 

Verlo como algo negativo genera ansiedad. Y es lo que hay que evitar.

En segundo lugar, hay que ser consciente de la importancia de comer sano, de llevar una alimentación saludable y antiinflamatoria. 

Por ejemplo, el pan, las magdalenas, las patatas fritas son alimentos que no nos aportan nada, pero, de vez en cuando, nos apetece tomarlos, principalmente como picoteo, después de comer o viendo la tele. Un día puede que no pase nada, pero al día siguiente tendremos que preparar una estrategia para que eso no se convierta en una costumbre recurrente. Igual que en el caso de los niños que van consiguiendo lo que quieren pidiéndolo cada vez más fuerte.  

La clave consiste en cambiar la imagen que tenemos sobre esos alimentos y priorizar otros alimentos que sí nos aportan más nutrientes de calidad, beneficiosos para nuestra salud. 

Si nos apetece algo dulce, un helado por ejemplo, habría que buscar otra alternativa más parecida, como una fruta. Además, es muy recomendable hacer deporte o desarrollar cualquier actividad que nos permita quemar la energía responsable de generar esta ansiedad por comer.

Preguntas frecuentas

¿Qué es la ansiedad por comer?

La ansiedad es una reacción natural al cuerpo cuando se enfrenta a unas circunstancias adversativas. Sin ansiedad, no reaccionaríamos ante las cosas. 

En general, la ansiedad se manifiesta cuando no hacemos caso a nuestro cuerpo en relación con lo que ocurre a su alrededor. Por ejemplo, cuando tengas un problema, la ansiedad es el reflejo que el cuerpo utiliza para actuar.  

Tener ansiedad no es algo negativo, sino todo lo contrario. Tener altibajos es algo totalmente normal. Lo que tenemos que gestionar son nuestros sentimientos para poder encontrar el equilibrio. 

¿Qué alimentos aumentan la ansiedad?

Realmente, la pregunta correcta sería ¿qué es lo que me provoca la ansiedad? Lo fundamental es descubrir la causa que provoca la ansiedad e intentar buscar una estrategia para calmar las ganas de alimentos en concreto que nos hacen sentir culpables.

No obstante, hay ciertos alimentos como la cafeína, los azucares añadidos, los alimentos procesados o ricos en grasas trans o saturadas que deberían evitarse en los momentos de ansiedad o, al menos, sustituirlas por otros alimentos más saludables que favorecen a nuestra salud y aseguran que nuestro cuerpo se mantenga desinflamado. 

¿Cómo acabar con el hambre emocional?

¿Cómo dejar de comer por aburrimiento? Es una pregunta frecuente a la que nos enfrentamos a diario debido al estrés en el trabajo o a otros factores psicológicos que señalan un peligro. Ante esta situación, el cuerpo requiere un chute de energía para defenderse.   

Primero, tendrías que preguntarte si lo que tienes es hambre real o es hambre emocional. ¿Por qué tengo esa necesidad?, ¿qué es lo que la provoca? 

Si de verdad tienes hambre, hay que comer y siempre algo sano, además de llevar una alimentación antiinflamatoria. 

Y si es emocional, lo sabremos porque el cuerpo nos pide algo específico. Nos apetece, por ejemplo, un helado de chocolate y hasta no saciar esas ganas no paramos de pensar en ello. 

Llevar una buena alimentación antiinflamatoria, buscar un entretenimiento, hacer deporte, leer o desarrollar cualquier actividad física ayuda a aliviar la ansiedad y quemar la energía que la produce. Y si hay que comer, es mejor buscar alternativas saludables.

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